M010 Domingo de la Ruptura del Silencio

Propuesto por

Yvonne O'Neal

A los Diputados y Obispos de la Iglesia Episcopal reunidos en la 81ª Convención General:

Como miembros de la Iglesia Episcopal, tenemos el llamado de vivir el Evangelio de manera que sane, apoye y eleve a los más vulnerables entre nosotros.

La Resolución 2022-C064, en la cual se designó el Domingo de la Ruptura del Silencio, es un paso esencial para abordar y mitigar los profundos impactos de la agresión sexual y la violencia intrafamiliar dentro de nuestras comunidades y en otros lugares. El Domingo de la Ruptura del Silencio ofrece a nuestra Iglesia una oportunidad vital de llevar las problemáticas de la violencia sexual al primer plano de nuestro diálogo congregacional. Al dedicar un domingo al año a esta causa, reafirmamos nuestro compromiso de ser un santuario para la sanación y una fuerza contra las injusticias de los abusos.

El Domingo de la Ruptura del Silencio es el primer domingo de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género (del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, al 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos). En 2024, el primer domingo de los 16 Días será el 1° de diciembre.

Al celebrar el Domingo de la Ruptura del Silencio, nos unimos a otras personas creyentes de todo el mundo para actuar y poner fin a la incesante violencia contra las mujeres y las niñas.

Celebramos el Domingo de Romper el Silencio para que “nunca más se oiga de violencia en tu tierra”. Isaías 60:18

El Domingo de la Ruptura del Silencio es un esfuerzo por iniciar un diálogo dentro de la iglesia sobre la violencia intrafamiliar y de género, así como sobre las agresiones sexuales. En el contexto de nuestras comunidades religiosas, esperamos:

  1. Educar a nuestras comunidades sobre la realidad y las repercusiones de la violencia intrafamiliar y de género, así como sobre las agresiones sexuales, incorporando la reflexión teológica y el contexto bíblico para orientar la comprensión y la respuesta.
  2. Apoyar a los sobrevivientes reconociendo sus experiencias, ofreciéndoles atención pastoral y poniéndoles en contacto con recursos profesionales para su recuperación.
  3. Fomentar la justicia al concientizar, cuestionar las normas sociales que perpetúan la violencia y fomentar medidas legislativas que protejan y faculten a las personas que la sobreviven.
  4. Comprometernos con la labor de cambiar el mundo, creando un futuro en el que la violencia de género, como la violación y la violencia intrafamiliar, sea un recuerdo.

El Domingo de la Ruptura del Silencio comenzó en la Diócesis de Polinesia, en la Iglesia Anglicana de Aotearoa, Nueva Zelanda y Polinesia, con una resolución del Sínodo Diocesano en 2013, “Que dentro de la Diócesis de Polinesia haya cero tolerancia respecto a la violencia contra las mujeres y los niños dentro de nuestros hogares, nuestras escuelas, nuestras comunidades y la iglesia”. En esta parte de la viña de Dios, la gente ha sido testigo del poder transformador de la observancia del Domingo de la Ruptura del Silencio para fomentar una compasión más profunda, una mayor concientización y una defensa proactiva dentro de la Iglesia.

Debemos darnos cuenta de que vivimos en una cultura de violencia sexual y de que necesitamos un conjunto integral de soluciones dentro de nuestras instituciones y comunidades para abordarla. Esta cultura de la violencia sexual, conocida coloquialmente como “cultura de la violación”, hace referencia a un complejo conjunto de creencias que fomentan la agresión masculina, el sexo y la violencia sexual contra las mujeres y apoya esta violencia contra las mujeres al normalizarla en gran medida. Es una cultura en la que la violencia se considera sexy y donde el sexo se considera violento. Esta cultura normaliza la violencia sexual como un hecho de la vida y nos enseña que la violencia sexual es inevitable.

Al examinar las causas profundas de esta conducta, debemos analizar nuestros textos bíblicos y la forma en que manejamos erróneamente la prevalencia de la violación y la cultura sexual en la Biblia. Hay muchos casos de violación en las Escrituras, de afirmaciones de poder indebidas: la historia de Sodoma y Gomorra; Agar utilizada por Abraham y Sara; la violación de Tamar a manos de su hermano; la violación de la concubina en Jueces; historias de mujeres como botín de guerra. No hablamos lo suficiente de estos pasajes, a menudo porque nos da temor hablar de sexo en la iglesia y porque sencillamente no sabemos cómo darles sentido. Este es en parte el motivo por el que es necesario el Domingo de la Ruptura del Silencio.

La Iglesia Episcopal ya cree en la importancia de acabar con la epidemia de violencia sexual en todo el mundo. De hecho, en la Década de las Iglesias en Solidaridad con las Mujeres del Consejo Mundial de Iglesias (1988-1998) se escucharon historias de violaciones como armas de guerra, injusticias de género, abusos, violencia y muchas tragedias; se creó la campaña mundial de los Jueves de Negro, en la que se pide vestir de negro los jueves y llevar un botón por un mundo sin violaciones ni violencia, una campaña de sensibilización, defensa y solidaridad. La Iglesia Episcopal se adhirió a esta campaña mundial con la Resolución 2022-C063.

Instamos a esta 81ª Convención General a:

  • Reafirmar el compromiso de la Iglesia de celebrar anualmente el Domingo de la Ruptura del Silencio.
  • Fomentar la educación teológica continua sobre cómo apoyar eficazmente a los sobrevivientes entre nosotros.
  • Predicar contra la violación, la misoginia y la violencia sexual.
  • Fortalecer nuestra determinación de ser comunidades de refugio y sanación, solidarias con quienes buscan la justicia y la paz.

El Grupo de Trabajo sobre Violencia Intrafamiliar y Agresión Sexual de la Diócesis de Nueva York elaboró un conjunto de herramientas para la celebración del Domingo de la Ruptura del Silencio el 26 de noviembre de 2023. El Servicio Noticioso Episcopal escribió un artículo sobre el conjunto de herramientas, animando a su observancia en toda la Iglesia Episcopal.

En el webinario del Grupo de Grupo de Trabajo sobre Violencia Intrafamiliar y Agresión Sexual de la Diócesis de Nueva York, llamado Breaking Silence: Exploring the Complexities of Sexual Assault at the Intersection of Race, Caste, Class, and Ethnicity, la Dra. Brittney Cooper ofrece un poderoso mensaje sobre cómo abordar la agresión sexual, no solo en nuestras comunidades, sino también en nuestras iglesias; es un mensaje debe ser escuchado. Le invitamos a escuchar el webinario que se encuentra en el canal Vimeo de la Diócesis de Nueva York (https://vimeo.com/933708474).

Estas son algunas estadísticas del Centro Nacional de Recursos contra la Violencia Sexual:

  • En Estados Unidos, 1 de cada 5 mujeres ha sufrido una violación o un intento de violación a lo largo de su vida.
  • En todo el país, el 81% de las mujeres declaró haber sufrido alguna forma de acoso o agresión sexual a lo largo de su vida.
  • 1 de cada 3 mujeres víctimas de violación consumada o en grado de tentativa la experimentó por primera vez entre los 11 y los 17 años.
  • Se calcula que 734,630 personas fueron violadas (incluyendo amenazas, intentos o violaciones consumadas) en Estados Unidos en 2018.
  • El 40% de las violaciones y las agresiones sexuales se denunciaron a la policía en 2017, pero solo alrededor del 25% se denunciaron a la policía en 2018.
  • La prevalencia de las denuncias falsas en los delitos de agresión sexual es baja: entre el 2% y el 10%.
  • Casi 1 de cada 4 mujeres universitarias sufrió agresiones sexuales o conductas inapropiadas en 33 de las principales universidades del país. 
  • Aproximadamente la mitad (51.1%) de las mujeres víctimas de violación declararon haber sido violadas por su pareja y el 40.8% por un conocido.
  • El costo estimado de una violación a lo largo de la vida es de US$122,461 dólares por víctima.

Estas son estadísticas de la Red Nacional sobre la Violación, el Abuso y el Incesto (Rape, Abuse & Incest National Network, RAINN).

  • Cada 68 segundos, una persona sufre una agresión sexual en Estados Unidos.
  • 1 de cada 6 mujeres estadounidenses ha sido víctima de un intento de violación o de una violación consumada a lo largo de su vida (14.8% consumada, 2.8% intentada).
  • Entre 2009 y 2013, las agencias de Servicios de Protección Infantil corroboraron, o encontraron pruebas sólidas que indicaban, que 63,000 niños al año eran víctimas de abusos sexuales.
  • La mayoría de las víctimas infantiles tiene entre 12 y 17 años. De los menores de 18 años, el 34% de las víctimas de agresiones sexuales y violaciones son menores de 12 años, y el 66% de las víctimas de agresiones sexuales y violaciones tienen entre 12 y 17 años.
  • 9 de cada 10 víctimas de violación son mujeres.
  • La mayoría de las agresiones sexuales se producen en el domicilio de la víctima o en sus proximidades.
  • El 48% de las víctimas estaba durmiendo o realizando otra actividad en casa cuando se produjo el delito.
  • El 29% se desplazaba hacia y desde el trabajo o la escuela, o viajaba para hacer compras o resolver pendientes.
  • El 12% estaba trabajando.
  • El 7% estaba asistiendo a la escuela.
  • El 5% realizaba una actividad desconocida o de otro tipo.

Además, para obtener más estadísticas, consulte la hoja informativa de la Red Nacional para Acabar con la Violencia Intrafamiliar.

Vivimos en una cultura de la violación alimentada por la creencia de que la violencia sexual es un hecho de la vida. Al romper el silencio, podemos cambiar la narrativa y la conducta. Sigamos haciendo nuestro el llamado a romper el silencio para que ninguna voz quede marginada y ninguna historia quede sin escuchar. Al hacerlo, reflejamos el amor y la justicia de Cristo, haciendo de nuestra Iglesia un faro de esperanza en un mundo necesitado.

Atentamente,

Yvonne O'Neal
Diputada Laica, Diócesis de Nueva York

Recomendada por:

Dra. Martha Bedell Alexander
Sr. Joe McDaniel
Sra. Laura Russell
Rvda. Theodora Brooks
Rvda. Elizabeth Easton

Con el apoyo de:

Rvdmo. J. Scott Barker
Rvdma. DeDe Duncan-Probe
Rvdmo. Mark D. W. Edington
Rvdmo. R. William Franklin
Rvdma. Sally French
Rvdma. Mary D. Glasspool
Rvdmo. Daniel G. P. Gutiérrez
Rvdmo. Matthew F. Heyd
Rvdma. Carlye Hughes
Rvdmo. Stephen T. Lane
Rvdmo. Rafael Morales
Rvdmo. Lawrence C. Provenzano
Rvdma. Catherine S. Roskam
Rvdmo. Sean Rowe
Muy Rvda. Kara Wagner Sherer
Rvdmo. Allen K. Shin
Rvdmo. Robert Wright
El Grupo de Trabajo sobre Violencia Intrafamiliar y Agresión Sexual de la Diócesis de Nueva York